dilluns, 25 de febrer del 2013

Experiència: L'aula hospitalària

Si us heu mirat breument el meu currículum veureu que, durant la carrera vaig estar un curs fent pràctiques en una aula hospitalària, concretament a l'hospital de la Vall d'Hebrón de Barcelona. Allí vaig tenir l'oportunitat de veure una tasca de mestre i de logopeda completament diferent a la que coneixem i a la que ens imaginem quan comencem el nostre camí professional.

Si esteu interessats en conèixer per dins una aula hospitalària i algunes de les activitats que s'hi duen a terme, consulteu aquest enllaç. És realment interessant!!!

http://www.slideshare.net/munnegisela/aula-hospitalria




dilluns, 5 de desembre del 2011

DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE DEL LENGUAJE ESCRITO


  Todos hemos oído alguna vez hablar de la dislexia, y todos creemos tener una noción de lo que significa éste concepto. Su uso se ha disparado estos últimos años en las escuelas, y sobretodo lo relacionamos con niños de edades entre los 5 y los 10 años, que están aprendiendo a leer y a escribir. Pero si bien es cierto que la dislexia es una alteración del lenguaje escrito que requiere de una intervención específica, existen otras dificultades en los niños que están aprendiendo a leer y a escribir que también deben tomarse en consideración y deben ser tratadas por logopedas.

Entendemos por dislexia la alteración que dificulta el aprendizaje del lenguaje escrito sin que haya otro motivo aparente. Por lo tanto, los niños con dislexia no tienen otras dificultades relacionadas, como por ejemplo alteraciones en el lenguaje oral o en la audición. Poseen todas las capacidades, habilidades y herramientas necesarias para una correcta adquisición de la lectoescritura y, a pesar de ello, no son capaces de resolver las dificultades que supone este aprendizaje. 
Éste va a ser el primer objetivo de un logopeda cuando un niño llega a la consulta por dificultades en el lenguaje escrito. Hacer una valoración global del niño resulta imprescindible para diagnosticar una dislexia, pero, sobretodo, para adecuar la intervención a sus necesidades reales. De no ser así, podemos estar poniendo todo nuestro empeño en trabajar en una dirección equivocada, lo cual supondrá un desgaste de tiempo, de energías y de motivación, al no observar los resultados esperados.
Una vez estamos seguros de que estamos delante de un niño con dislexia, debemos ampliar ésta información, pues la intervención va a ser distinta dependiendo de sus dificultades específicas. Debemos averiguar en qué momento del proceso de lectura se produce la alteración. A modo de ejemplo podríamos decir que no es lo mismo tener una dificultad en la descodificación de los símbolos del lenguaje escrito que no conseguir hacer una predicción de la palabra escrita a partir de las primeras letras. Ambas cosas están dentro del amplio abanico de la dislexia, pero cada una de ellas requiere una intervención específica.
Todas estas alteraciones que hemos estado comentando son un buen motivo para consultar con un logopeda la mejor forma de ayudar a nuestro hijo o alumno. Pero especialmente en el caso de la dislexia conviene empezar a actuar lo antes posible, pues el sistema educativo actual en nuestro país, hace imprescindible que los alumnos tengan una buena competencia en el lenguaje escrito desde edades muy tempranas. Esto se opone al ideal que propone el aprendizaje de la lectura como un proceso natural que va haciendo el niño de manera progresiva. A menudo se exige a los maestros que todos sus alumnos sepan leer a una edad concreta. Si los niños con dificultades perciben ésta presión podemos obtener el resultado opuesto al que buscamos, con bloqueos o angustias nada beneficiosas para el proceso. Es importante evitar ésta situación, pues supondrá un obstáculo añadido al de la dislexia. El apoyo y sobretodo la tranquilidad que pueden proporcionar los logopedas a los alumnos, los maestros y las familias hace que el proceso de aprendizaje se viva con la máxima naturalidad posible.
Como conclusión creo que es importante resaltar que la dislexia es una alteración congénita del individuo y que no se resuelve con una reeducación logopédica. Las persones con dislexia, seguirán teniendo dislexia a lo largo de toda su vida. Pero gracias a la intervención obtendrán estrategias, recursos y habilidades alternativas que les permitan reducir sus dificultades y ser competentes en el lenguaje escrito, para poder utilizarlo de una forma eficiente en todas las actividades cotidianas de la vida adulta. Pero para ello la intervención debe estar enfocada a las dificultades individuales de cada niño y éste debe recibir el soporte y la ayuda no sólo de logopedas, sino también de maestros y, sobretodo, de la familia.

dilluns, 28 de novembre del 2011

NOTÍCIA

Nou material penjat a la pàgina de "Materials".
Discriminación Auditiva - Pares fonológicos
El material el podeu obrir i, si us interessa, descarregar-lo en format .doc
Com sempre podeu deixar els vostres comentaris!

dilluns, 21 de novembre del 2011

DIFICULTADES EN LA ADQUISICIÓN DEL HABLA: LA DISLALIA

Uno de los aprendizajes más importantes que realizan los niños durante los primeros años de vida es la adquisición del habla. Desde que nacemos, incluso antes, estamos en contacto con personas que nos hablan, y es durante los primeros 6 años de vida que desarrollamos  esta habilidad. 

Para que el habla nos sea útil y eficaz a lo largo de toda la vida necesitamos que su desarrollo sea completo y perfecto. Pero a veces los niños, por si solos, no son capaces de resolver todos los aspectos relacionados con la articulación de los fonemas del habla, a pesar de tener todas las herramientas para hacerlo. Esta alteración recibe el nombre de dislalia y se debe, únicamente, a la poca habilidad del niño en la pronunciación de los fonemas. Así, por ejemplo, un niño que no pronuncia la /s/ a los 4 años o la /rr/ a los 5 años, sin que haya algún factor que se lo impida, decimos que tiene una dislalia y, por lo tanto, debe iniciar una intervención logopédica.

Cuando llega un niño a la consulta de logopedia por una dislalia, el objetivo que se plantea el profesional es, no sólo que el niño sepa pronunciarlo correctamente, sino que generalice su uso en todas las situaciones de la vida cotidiana. Para ello, primero realizamos toda una serie de ejercicios destinados a corregir la producción incorrecta del fonema y, posteriormente, aplicamos el nuevo aprendizaje a situaciones habituales en la vida del niño, utilizando el juego como espacio de riqueza lingüística.

Las actividades que podemos hacer para el tratamiento de la dislalia son múltiples, pero se puede clasificar en cuatro grupos bien diferenciados:
-          Las que refuerzan las habilidades de percepción auditiva: trabajamos el reconocimiento y el análisis del fonema alterado en diferentes posiciones dentro de la palabra. El objetivo es, pues, que el niño identifique éste fonema en el habla de los demás y que sea consciente de su sonido.
-          Las que mejoran la praxis bucofonatoria: el niño empieza a descubrir el origen del sonido y los movimientos que deben realizar los órganos bucofonatorios para producirlo. Es en éste momento cuando ejercitamos la lengua y los labios, para que tengan la movilidad, la elasticidad y la fuerza adecuada para articular correctamente todos los fonemas.
-          Las que deshabitúan actos linguales incorrectos: A menudo los niños se esfuerzan tanto en articular un fonema que ponen demasiada tensión en la lengua o alteran su movimiento natural. Es en éste bloque que les ayudamos a relajar la musculatura y a coger buenos hábitos psicomotores para una correcta pronunciación.
-          Generalización  del fonema en el habla: una vez el niño es capaz de articular el fonema lo incorporamos al habla espontánea para que lo utilice con normalidad.

Para todo éste proceso es esencial la colaboración de la familia, pues es la que debe apoyar al niño durante todo el proceso, pero sobretodo, para llevar a cabo el último paso de la intervención: la generalización. Las sesiones de logopedia se llevan a cabo en un espacio artificial, la consulta, y, a pesar de buscar actividades y recursos para utilizar el fonema de manera natural, el niño sabe con qué objetivo los estamos haciendo y percibe cierta presión, que le ayuda a controlar de forma consciente y en todo momento su habla. En casa, en el parque o en la calle, en cambio, el lenguaje es absolutamente espontáneo y es cuando nos damos cuenta de si el niño ha generalizado el fonema o no.

La duración de una intervención logopédica por dislalia varia en función de cada niño, pero, en términos generales, no suele ser demasiado larga. Si el niño es lo suficientemente maduro para producir el fonema  y el tratamiento se lleva a cabo de forma regular el aprendizaje será rápido, y en pocas semanas se estará trabajando para su generalización.
      
       Finalmente, me gustaría mencionar que, en ocasiones, se puede asociar la dislalia a factores o alteraciones emocionales. El nacimiento de un hermano pequeño o la separación de los padres, entre otras, pueden ser situaciones que provoquen inquietud o angustia a los niños. En estos momentos es posible notar una regresión o una evolución más lenta del habla y, en consecuencia, la aparición de una dislalia. En éste caso el tratamiento será parcialmente distinto e incluso es posible contemplar la figura de un psicólogo o psicopedagogo en la intervención, sin dejar a un lado el trabajo logopédico.